La fecha de caducidad marca el momento, a partir del cual, el consumo del producto puede causar riesgos para la salud. Es decir, se debe tener muy en cuenta y respetarlo siempre.
La fecha de consumo preferente garantiza que todas las propiedades del producto se van a mantener perfectamente hasta la fecha indicada. Pasado ese tiempo, su aroma, sabor, textura y apariencia pueden verse modificadas, aunque sin suponer un riesgo para la salud.
En ambos casos, las referencias temporales garantizan un consumo sin riesgos siempre y cuando el alimento se haya conservado correctamente siguiendo las especificaciones del fabricante.