La anchoa se pesca tradicionalmente a través de la pesca de cerco, una forma selectiva y respetuosa con el medio ambiente. Este tipo de pesca se utiliza para capturar peces que normalmente nadan formando densos bancos en la superficie o a media agua, como la anchoa, la sardina o el verdel (jurel o caballa).
Una vez detectado el banco de anchoas, se comienza a soltar la red que “cerca” al banco de peces. Tras rodearlo con la red (de 250 a 1.000 metros de longitud y unos 50 metros de ancho desde la superficie) se procede a cerrarla por la parte inferior, quedando así los peces atrapados en el interior, lo que permite subirlos a bordo vivos.
Fuente: Wikipedia.